miércoles, 30 de octubre de 2013

El vestido perfecto

Una mañana de sábado que tenía libre la aproveché en ir a mirar vestidos.
Llamé a las chicas para que vinieran conmigo.
Por el grupo de whatsapp.
Yo: hola chicas!! Que haceis??
Fany: nada
Ana: nada
Cova: sofing
Yo: se os apetece venir a mirar vestidos conmigo, es para no ir sola.
Ellas: claro que vamos.
Estuvimos TODO el día y grqn parte de la tarde entrando tiendas, pero yo no quería probarme vestidos hasta que no encontrase uno del que me enamorara.
A ultima hora de la tarde, pasamos por delante de una tienda que tenia el escaparate en forma de  "U" y en el medio de esa "U" había un vestido precioso.
Subí las escaleras que me separaban de el y me quedé sin pestañear observandolo.
Yo: Chicas, es ese.
El vestido tenía escote de corazón, con un tirante medianamente ancho en el lado derecho, cinturón de piedrería y una pequeña cola.
Entramos en la tienda.
Yo: hola buenas. Verá esque estoy buscando un vestido de novia y e visto ese de ahí y me ha encantado y me gustaría probarlo.
Dependienta: bueno, pues ahora mismo le atiende mi compañera.
Dependienta: Inés, vas a ayudar a esta chica que quiere probarse el vestido de la vitrina.
Inés: si claro, pasad por ahí que voy a buscarlo.
Entré en el probador.
Era muy grande, con una pequeña plataforma en el medio.
Inés me ayudó a ponerme el vestido.
Inés: tenga, ponga estos zapatos.
Me los puse. Me gire hacia el espejo.
Estaba muy guapa.
Salgo para que me vean las chicas.
Empiezan a llorar.
Yo: pero por que llorais?? Si la que se casa soy yo!!
Cova: esque estas preciosa.
Yo: me gusta mucho este vestido, es fantastico pero, no se que me pasa, no me emociono.
Inés: espera aqui un momento.
Se fue, al rato viene con dos cajas
Inés: pasa al probador.
Paso y me siento en la silla que había como me había dicho ella.
Me hizo un recogido, me puso unos pendientes, un collar, una diadema y el velo.
Inés: mirate ahora.
Me giré hacia el espejo y empecé a llorar.
Salgo del probador llorando, las chicas lloran tambien, hasta Inés está llorando.
Cova me hizo una foto.
Yo: no voy a mirar más, me quedo este.
Hablé con Inés, quien apuntó mi nombre y mi número de teléfono para cuando el vestido estuviera listo despues de unos arreglillos.
Todo iba genial.

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